Freno de disco
La carga que soportan las ruedas delanteras en el momento de la frenada supone el 70% del peso total de marcha (el coche más la carga). Por ello, en general, el eje delantero tiende a montar discos de frenado.
El frenado se consigue deteniendo la rotación de un disco que se halla unido a la rueda; para ello se pinza el disco con dos pastillas empujadas por sendos émbolos conectados, mediante un sistema hidráulico, al pedal del freno.
La principal ventaja en el uso de discos de frenado reside en su mejor refrigeración: la mayor parte del disco está expuesto al aire. Así el calor se disipa mejor y disminuye notablemente el riesgo de un sobrecalentamiento que reduce drásticamente la eficacia del frenado.
